lunes, 26 de octubre de 2020

Y otras plagas...

Pero yo te miraba del otro lado de la ventana y vos apartabas la cara como en pugna con el viento. Amor de un futuro improbable, si entendieras todo lo que perdemos-perderemos, (que no digo "podríamos perder", ante tu claridad), los abrazos y la mutua admiración, el despertar descobijados y el café de la noche pasada; la alacena colmada de panes viejos, los acuerdos para hacer pereza y nada más.

Mas vos seguís guiada por esa especie de fuerza gravitacional que te aleja la mirada. Y yo, que tan solo me siento, pero tanto y me refiero a la soledad en su dimensión completa y en todo lo que abarca esa palabra, no me restan palabras ni ánimos para sobrellevar un día con normalidad. En todo caso, qué vendría a ser la normalidad.

Pasas trayendo el aroma a Cali, a ciudad ajada y criminal, mirador de Belalcázar, recuerdo número uno: el sabor de la memoria, el gusto de las magdalenas recién horneadas y del aire de los pueblos de clima frío. Recuerdo dos: las cometas en agosto, como que el viento se esconde once meses en este lugar.

Continuación de nuestros paseos.

En esta burbuja seguimos entre cruces fortuitos. Acá que nos pagan por dejar el alma, me agota la mentira persistente en la que dicto: no me importas. Debí decirte: pocas veces quise igual, estuve con el estómago vacío y ahora lleno de insectos, mantis religiosas, langostas y otras plagas.

Un encuentro más, algún pasillo, el advenimiento de la muerte. No saber nada ya. Un Alzheimer prematuro y a convenir.

Desconocer si amar o escapar de estar solo. Querer huir de aquí, de todo. Este hastío no se marcha con dormir, ni con siestas rápidas, alcohol o cigarrillos. El deseo es vivir en escenas de películas: saltando entre lo importante.

Todo se ha aferrado a mí.

miércoles, 14 de octubre de 2020

"Filosofía barata y zapatos de goma"

Removiendo el polvo de la habitación.
Situación de abandono,
cubil de anacoreta.
Encuentro tus botas tan gastadas,
aquellas con que caminábamos
siendo un solo ser.
Una proyección, un plan.
el juego de ser arquitectos.
Dos, tres lágrimas, diez,
sobre el cuero gastado y seco.
Lluvia en los kilómetros no recorridos.
Todo en su sitio y al fondo del armario.
Como en la vida.

lunes, 12 de octubre de 2020

Perspectivas

Extrañar el resplandor del amor.
Corte, toma 34.
Plano contrapicado;
Colores cálidos
y la melancolía de las luces de neón.

Anhelar el pasado y el futuro por igual.

Raíces que toman profundidad
y que se consumen en vacíos.
Y, para esta escena,
dos amantes se besan.
Contraluz, siluetas en sincronía,
sombras que desconocen
la inevitable luz .

Adultos que sueñan con columpios
y se piensan de rodillas en cajas de arena.
Bocas llenas de azúcar,
nubes artificiales que importaban.