Por todo aquello...
Por esa greda dúctil,
Maleable, donde amasamos
Los quistes de nuestro diario.
Por los colores horizontales, cuadrados,
Que veíamos grises siendo ambarinos;
Y las aldabas de las puertas que no golpeamos,
Como péndulos aceitados en sustancias inflamables.
Por todo aquello es que perdimos.
Los paraísos que dejamos sepultar.
Esas aves que callamos
Cuando éramos locos asesinos de trinos.
Las madres que no quisimos escuchar.
El sexo virgen y su olor a carne de 6 am.
Los labios que pasaron por las masas.
La lid de las lágrimas arreciando las mejillas.
Las líneas de los pies veladas por los callos.
El domingo en la noche, los lunes en aurora.
Por todo aquello es que pagamos.
Maleable, donde amasamos
Los quistes de nuestro diario.
Por los colores horizontales, cuadrados,
Que veíamos grises siendo ambarinos;
Y las aldabas de las puertas que no golpeamos,
Como péndulos aceitados en sustancias inflamables.
Por todo aquello es que perdimos.
Los paraísos que dejamos sepultar.
Esas aves que callamos
Cuando éramos locos asesinos de trinos.
Las madres que no quisimos escuchar.
El sexo virgen y su olor a carne de 6 am.
Los labios que pasaron por las masas.
La lid de las lágrimas arreciando las mejillas.
Las líneas de los pies veladas por los callos.
El domingo en la noche, los lunes en aurora.
Por todo aquello es que pagamos.
Etiquetas: nahuel, poesia, senda del nahuel, tristeza