sábado, 18 de diciembre de 2021

Un bandoneón...

"Sí, hermano, como siempre con vos hasta que muera, si yo a mi bandoneón lo llevo puesto como un cacho de tango entre las venas. Y está de Dios que al dar mi último aliento, moriremos a un tiempo, mi bandoneón y yo."
Rubén Juárez

Suena un bandoneón, agudo.
La vida continua escurridiza,
como barro poco denso
entre las manos.

Astor te cucharea el corazón.
Ayer lloré con vos,
fuelle y rezongo,
tristeza en corcheas.
Ah, viejo genio,
pones par canillas en mis ojos,
melodía de barrios antiguos,
arrabales, los niños y la pelota,
mi madre sin canas,
andenes de camisas de Wally,
zapatos de tallas pequeñas,
pero propios;
escalan montañas de cal.

Sangro y sonrío;
Las cicatrices del mañana.
Hay una bicicleta con la cadena rota.
Acelero y atravieso el viento,
todo es tibio esta tarde en la ciudad.
Anochece y muchos se guardan,
es el olvido que tiembla nervioso
y toca a las puertas.

La felicidad infantil,
la infelicidad adulta;
Hundirse en arena
es en ambos casos el detonante.