domingo, 16 de agosto de 2020

Hombre...

Hay un perro en el balcón, mirada melancólica.
Espera al hombre que va, hombre que no vuelve.
Hombre en encierro.
Hombre sin fe.

El perro corre, él arrastra sus pies.
Hombre que espera al fin, el fin.
Hombre que aguanta por él.
Hombre mira al sudoeste,
busca en la espiga el reflejo del sol naciente;
relámpagos de un universo novel.

Somos aquí, tras acero y esmalte blanco:
agua tibia, 
lluvia que resbala en los balaustres del balcón;
Hojas de cerezo en un filme japonés,
siempre cayendo.

Somos los cuestionamientos de siempre.
El pozo y el péndulo.
El resplandor.