martes, 27 de julio de 2021

Fantasmas

 El dedo roza el palo de rosa,

hace vibrar tendones de nylon. 

Todo es íntimo.

Te toco débilmente, 

como quien roza su reflejo en el espejo 

 

Soy el que hurga penas en canciones. 

Hasta el hombre que habla en público

oculta pensamientos, habla para él. 

Alguien se encuentra en la marabunta, incluso. 


Ese dedo también hace barrenas con tu cabello,

 espirales y agujeros negros.

Y fue, en ese momento tímido, 

el dedo que señala enhiesto

en el cielo de la capilla sixtina. 

Miguel Ángel y La creación de Adán, 

lo eterno y lo divino.

Los rostros cotidianos que miran hacia arriba.


Algo de tu olor es el fantasma 

del vapor de lluvia en el asfalto. 

La melancolía debe tener ese aroma

y ese gusto, de ninguna otra cosa diferente,

de pasos y de caucho desgastado, 

del aceite que se apresura por un sumidero,

de los lunes y el final de los domingos.


Me pregunto si alguien más ve esto. 

En tanto, apoyo mi nariz contra un cristal.


He dicho.