Ven niña de ojos ámbar recostada en el rincón,
Juguemos entre hilos de recuerdos que palidecen,
Vamos a saltar juntos por la placita de tu pueblo
y por aquel parque que tal vez ya no existe.
Serpeando entre tus lágrimas se acerca una sonrisa,
Ya verás que la infancia que fue siempre estará.
Que antaño es solo una miga de pan de hogaño,
Vamos a comerlo con su aroma a miel y mercado de domingo.
Soñaremos, volaremos papalotes, salpicaremos en los charcos.
Enjugaras tus lágrimas, rasgaras el difuso velo de los años
Y te fugaras a tiempos más simples; antes de tu cabello castaño.
7 comentarios:
Muy dulce y a la vez un toque de nostalgia.
Saludos amigo nos estamos leyendo.
Coterráneo caleño: Tus versos suena bien, me gustó por azar, encontrarte
Un saludo desde Medellín
gracias por sus comentarios. Saludos y energía para ambos.
Nahuel, tus textos bellos, como siempre ... Me ha alegrado mucho tu visita a mi blog.
Beso
Hola, Nahuel:
Encontré tu blog visitando a Francisco, me agrada pues eres paisano y además tu poesía es para disfrutar.
Un abrazo desde Tunja.
Precioso poema, Nahuel. Dulce, tierno, evanescente.
Besos
Ana
que maravillosos versos!, tu poesía es muy bella!
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