Y ya que estamos aquí:
en puntos ciegos,
en nudos abiertos,
en mares de azúcar,
en alas de risco;
será volvernos cal
y flotar con los vientos
alisios.
Voy a virar y mamar
del violeta intenso
de las penas que nos dejaron tendidos.
De la natilla verde de la dehesa que
habituábamos pisar cuando se podía sonreír.
Voy a volver a comenzar.
Mas ya que estamos aquí
en el novel vientre:
Vivir sin monedas,
entarquinar las telas,
Untar tus labios de mantequilla
Y besar el bendito suelo
que cubrimos de cemento.