Si no escribo es por vos.
Sos el amor en verde cicuta,
la lámpara sobre el pino
de una mesa de estudio.
Si no escribo te diré:
Caminar en la costanera.
Cartagena,
mil novecientos noventa y nueve,
un inocente niño se
masturba;
pero feliz.
Bastaría culpar a la ciudad hueca,
a los padres, a los miedos,
al transporte público.
Podría acusar al trabajo,
a los autómatas,
a las camisas de cuadros,
al cielo urbano sin salpicar.
Pero si no escribo es por vos,
pues alejas los fantasmas,
acuchillas la tristeza.