Hueles a Café,
Tienes el aroma de esas mañanas frías de domingo
aletargadas.
De esos lunes de hastió, cansinos, en los que la vida parece
cesar.
Tienes el cariz de la lluvia que cae lívida sobre el alcor
en lontananza.
Eres el sabor de un nuevo comienzo, de una vida que se gesta
inefable.
Es que moríamos en las tardes que no sabíamos existir.
Siempre llega el día en que tal vez olvidas escribir.
En que los mares tan solo parecen estanques perennes de agua.
Y las flores son tan solo broza que quisiéramos quemar.
Siempre llega el día del normal,
En que tus labios son tan solo carne sin ninguna intención.
Un día te vuelves efigie de cotidianidad. Lo que fue, lo que es, lo que ya no sera.