MARTES 28 DE OCTUBRE
Este es el último verso,
El ultimo adiós que cobija tus cenizas.
Tus cabellos ya son canas en mis recuerdos,
Y han perdido el sol amarillo de tus estíos,
Los naranjas intensos de tus locuras,
Los púrpuras sublevados de tu amor.
Este es el último café.
El insomnio cerró mis ojos
Y me impregno de tu profundo sueño.
El paisaje parecía tan hermoso,
Con una casita de abedules y samanes,
Y el humo como un manto del dolor
La alforja sobre el hombro;
La sombra que parte hacia los oscuros
matices de un viejo cuadro en la pared,
Bajo los surcos de tus uñas sucias de “no”,
cayó la lumbre del imposible “si”.
La ciudad se comió tus verdes ojos,
Te vi en las ruinas de mi casita, entre y te abrigue.