jueves, 4 de agosto de 2011

El final

El final es el filo cortante de una hoja embotada,
es el dulce latir que se detuvo y se guardo
en las memorias de un tren que no sosiega su marcha.

Un incendio asfixiante rasgó nuestro amor.
Todos los azules son oleos frescos que perduran;
todos los milanos y los cuervos y los azores satisfechos.

Si pudiera escalar la razón de una decadencia
y observar mis manos temblar una vez más,
lo haría con parpados de agua y con lagrimas en porcelanas.

Si pudiera escribir como antaño, quizás me entenderías.

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2 comentarios:

Blogger Ío ha dicho...

Lo que no se olvida, a pesar de los tiempos, de los cambios que sufrimos sin dejar de ser nosotros.
Todo está, nunca desaparece.

Magnífico poema, Nahuel, es de los que me gusta leer muchas veces, y en voz alta; así saben mejor.
Muy hermoso

Un abrazo

Ío

5 de agosto de 2011, 7:30  
Blogger Scarlet2807 ha dicho...

Nahuel
Recién conozco tu blog y me ha encantado.
Un poema lleno de imágenes y bellas metáforas...
Besitos en el alma
Scarlet2807

PD: Con tu permiso, te sigo

5 de agosto de 2011, 13:39  

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