miércoles, 14 de septiembre de 2011

Matizar...

La mano negra de la esclavitud
Que borra en sus cadenas nuestros sueños.
El bosque de sauces donde perdimos
Nuestra infancia de vestidos de algodón.

Los cielos que se debieron matizar,
Las orquídeas que nunca florecieron en tu cabello
Y se ajaron con el peso de tus tribulaciones.

Las palabras que nunca escribiré,
El don que se escabullo en su cubil
De grises cuarzos, de luces menguantes.

Los días de tu vida que no conoceré,
Tu pasado que es sombras en sepia.
Todos los sabores a los que renuncie
Y la sangre que debí derramar.

Los mares que cruzaremos juntos
para encallar en nuestro cayo de soledad.

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3 comentarios:

Blogger María Téllez Girón ha dicho...

hunnn estos versos, son como un viaje nostálgico hacia lo que no poseído..!!
maravillosos!!!!

emily

15 de septiembre de 2011, 7:49  
Blogger Ío ha dicho...

Es tan hermoso como triste; pensar en lo que pudo ser, y no fue, mirar ese futuro y no poder encontrar

Un placer, me ha encantado leerte, como siempre

Besos, Nahuel

Ío

15 de septiembre de 2011, 11:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Abandonar los sueños es condenar al alma a vivir sin alas de libertad.

Se puede renunciar a todo menos a dejar volar los sentimientos.

Un cálido abrazo de mariposa!

15 de septiembre de 2011, 15:12  

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