Seduzco una voz,
titilan las luces de
la ciudad;
el llanto de la luna
en los suburbios,
la lluvia dibuja en
aceite tu rostro.
Los árboles me
abrazan,
consumen mi luz en fotosíntesis;
me visita la muerte
en los tugurios,
hilvana una sábana
con tu nombre.
Se derrumba una
estrella en mi mente,
el silencio inmortal
que quisiera quebrar,
el día susurra por
ti.
Bebo un sorbo de café.
Las sombras se
dibujan en la oscuridad,
los esqueletos de una
vieja batalla por Luisa.
Salpico en los
charcos.
Tu mirada ruge como
un mar
tejiendo la idea de olvidarte.
5 comentarios:
¡Ay! Ese deseo hilvanado del intento de olvidar, ha dado un fruto lleno de pasión y sombras. Bello Nahuel.
Hola,preciosas letras van desnudando lentamente la pura y genuina hermosura de este blog, si te va la palabra elegida, la poesía, te invito al mio, será un placer.es.
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos altivos...
hunnn ya el primer verso me encantó:..seduzco una voz, buena entraba para un buen poema
Saludos Poeta!
Como siempre, Nahuel, disfruto mucho leerte.
Tu forma de escribir siempre me deja ecos.
Un saludo.
Los tres últimos versos son impactantes....en realidad todo el poema lo es..
Fantástico llegar a ti blog..
Un abrazo, Nahuel
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