viernes, 18 de mayo de 2012

Para continuar...

Tu sombra tenue opacando los mampuestos,
caminas , y por entre edificios
esa calle de andenes menguados;
sonríes con tus dientes caucásicos.

Como si los tatuajes fueran de tinta
y los cardenales manchas en la piel.
Nada más que eso.

La tarde quema tus pestañas,
ahora son tostadas dispersas en el viento,
te tocan la lengua, 
saben a pruna un tiempo de verano.
Atras, la cortina amarilla del día,
un día que te araña los hombros,
como si las cargas pudieran redimir
y el balastro retoñara vidas.

Aquí estamos,
nunca logrando comenzar.

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6 comentarios:

Blogger Ibeth Hache ha dicho...

Uno nunca empieza, tampoco termina... es un nivel intermedio e interminable de la vida el que se puede describir.
Bien por ese verso.

Un abrazo.

18 de mayo de 2012, 23:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Para continuar... solo hace falta comenzar...

Bellas letras, Nahuel, con ese toque místico tan envolvente.

Besos de mariposa.

Feliz finde!!!

18 de mayo de 2012, 23:45  
Blogger rayuelasolvidadas ha dicho...

Lo último resume todo, aunque tantas cosas terminaron sin comenzar.

Hermoso.

26 de mayo de 2012, 18:28  
Blogger Leticia ha dicho...

Nahuel, he vuelto a reabrir mi blog. Un enfrentamient con las preguntas de siempre; ser o no ser... por elmomento ser.
Un placer leer tu enigmático poema que se resume en la presencia de dos en un desgasatado e infinito comienzo.
Saludos

26 de mayo de 2012, 19:26  
Blogger Ío ha dicho...

Un poema difícil, me quedo con los dos últimos versos, cuando no con todos.
Tendré que leerlo más veces, con una no basta para entenderlo, o intentarlo.
Gracias, Nahuel
Abrazos

Ío

1 de junio de 2012, 6:34  
Blogger Laura Sánchez ha dicho...

"Con tus dientes caucásicos". Si tuviera que quedarme con algo, sería indudablemente con eso.

Un beso muy fuerte.

7 de junio de 2012, 6:22  

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