miércoles, 13 de marzo de 2013

101, el punto.

Es martes y el orvallo enternece,
baja vertical a los parpados que descubren.
Al fondo y tras la retina un cementerio vacío.

Recuerdo y es una imagen a lápiz
de un campo de gladiolos sempiterno.
Y todos los sueños que soñé
son un tinto a las tres de la tarde;
Un camino virgen que se borra.

Está bien concluir así,
Como papel fotográfico en blanco.
Como si acaso estuviera naciendo.
Como trazando un ultimo intento.

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6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

No sé porqué, me encanta la sonoridad de la palabra orvallo...

Delicado y precioso poema...

16 de marzo de 2013, 13:15  
Blogger Ío ha dicho...


Quizás todos los intentos sean el último, y así la lluvia recuerde.
Es precioso, Nahuel, mencantó¡
Gracias por tu poesía, gracias.
Saludos.

Ío

18 de marzo de 2013, 7:52  
Blogger Ibeth Hache ha dicho...

Tan suave como la garúa en madrugada. No te retires.

18 de marzo de 2013, 22:03  
Blogger Ibeth Hache ha dicho...

Tan suave como la garúa en madrugada. No te retires.

18 de marzo de 2013, 22:03  
Blogger Leticia ha dicho...

Nahuel ¡Salud!
la poesía... acerca, identifica, evoca, derrumba, construye,apasiona, ahoga, crea amigos o enmigos y mucho más pero... esencialmente conmueve
No hay consejos, ni pruebas que la poesía no dicte. Por lo pronto estoy conmovida. Bello. Un abrazo y un te quiero, amigo y poeta.

19 de marzo de 2013, 9:14  
Blogger Ana Muela Sopeña ha dicho...

Precioso poema, Nahuel. Tus poemas siempre llega con suavidad de estrella y al mismo tiempo con cierto instinto animal.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

8 de abril de 2013, 15:20  

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